Si el valor emergente del Renacimiento y de su tecnología estrella, la imprenta, era el antropocentrismo (el hombre como medida de todas las cosas; el culto a la fama; el prestigio del estilo personal y la autoría, etc.), el valor que parece caracterizar la evolución actual de la red sería es el "sharismo", un término que puede servir de paraguas conceptual para relacionar fenómenos emergentes como:
- el aprendizaje entre pares (ej: Banco Común de Conocimientos),
- la cultura del acceso libre (ej: licencias Creative Commons),
- el activismo político a través de redes sociales (ej: la primavera árabe),
- los negocios basados en la reutilización y los servicios compartidos (ej: couchsurfing),
- las epistemologías del aprendizaje de raíz constructivista (ej: conectivismo),
- los medios de información que el usuario produce y no sólo consume (ej: blogosfera),
- los conocimientos construidos colectivamente (ej: Wikipedia), entre otros muchos.
Así lo expone Isaac Mao, uno de los promotores principales del concepto: "el sharismo es el espíritu de la era de la Web 2.0. Tiene la consistencia de una axiología actualizada y una epistemología naturalizada" (traducción propia). ¿Qué quiere decir con ello? Pues que esos principios de la colaboración y el altruismo van más allá de simples "valores" que regulan la conducta para convertirse en una especie de lógica que explica nuestra relación con la actual tecnología digital y, aún más allá, con mismo proceso de construcción del conocimiento, que, en esencia, sería algo de naturaleza colectiva, no individual, como muestra la figura (en contra de lo que siempre hemos pensado siguiendo al buen Descartes).
Analogía entre inteligencia colectiva y cerebro (cit. en Dolors Reig de Holsapple (ed, 2003) |
Pero, me temo, me estoy yendo por las ramas. Lo único que pretendo es enmarcar en un contexto teórico más amplio lo que más me ha llamado la atención en mi primera semana de "etnografía virtual" en la CT (Comunidad Todoele): lo más valioso de esa comunidad, según varios de sus miembros más significativos, es precisamente esa cultura de compartir e intercambiar.
Para empezar, según explica Jesús Suárez en el video (18':20'' a 20':07) que sirvió de presentación al primer Encuentro Virtual (8 de abril) la plataforma que sirve de soporte para la CT, NING era inicialmente gratuita:
Pero para el propio Jesús lo importante no reside en la "herramienta" sino en lo que las personas hacen con ella. Y lo más valioso de la CT sería la "generosidad para compartir... que es lo que hace que la comunidad sea lo que es" (22':50 a 23:04 ) y que hizo que creciera exponencialmente en número de miembros y en interacciones productivas. Así lo comenta Jesús: "En cuanto alguien publica algo interesante, comparte una actividad creada por él, un Power Point, una presentación... las personas que responden dándole las gracias, comentando cómo lo han usado en sus clases y cómo se puede mejorar" (23':04 a 23': 28'').
Como respuesta al mensaje de felicitación por alcanzar los 10000 miembros inscritos en la CT, Lidia Moreno, una de las administradoras de la CT, afirma que una de las cosas que más aprecia de la comunidad es constatar que "aún hay personas que ayudan sin pedir nada a cambio" (8 de diciembre, 2013).
Coincide con ella Silvia Ros, también administradora, en un mensaje de la misma cadena de respuestas a la felicitación de Jesús Suárez: "Aquí he encontrado a personas con mis mismos intereses y a gente a la que no solo no le importa sino que le gusta compartir de manera desinteresada materiales, ideas, experiencias" (9 de diciembre, 2013)
De momento todos ellos son mensajes del equipo de personas que dirigen la comunidad y que tienen una experiencia intensa de ella, además de una perspectiva amplia sobre sus interacciones. Pero ese discurso debe ser contrastado por los miembros que residen en ella, digitalmente hablando. Será muy interesante cotejar con ellos qué tan amplio es ese sentido de la colaboración y el "sharismo" y sobre todo, qué condiciones propician esa cultura colaborativa y cuáles la restringen, así como distinguir dentro del aparente altruismo todo tipo de intereses personales o grupales (sin que eso signifique desvirtuar necesariamente la vocación altruista que simultáneamente asume la acción).
Hay que añadir que ese altruismo no sólo parece tener un alcance "digital". En su presentación de las funciones de Mi Página, Andrea Chávez comenta que con al menos con 3 miembros de la CT (a quienes sólo conocía inicialmente por haber interactuado con ellos en la plataforma digital) surgieran oportunidades de encuentro en sus visitas a México, en las que ella ofició de algún modo de anfitriona.
El punto de partida, en cualquier caso, es considerar como premisa que "la generosidad para compartir", como la llama Jesús Suárez, es uno de los principios rectores de la interacción en la CT y una de las claves de su éxito.
Hola Sergio,
ResponderEliminarme he topado con tu blog de casualidad y comparto tu interés por la visión netnográfica de las comunidades virtuales. Te dejo algunas entradas sobre netnografía en ELE y en general también por si te interesan. Te buscaré por Twitter para seguirte. Un saludo.
http://sinapsisele.blogspot.co.at/search/label/etnograf%C3%ADa
Hola, Elisa:
ResponderEliminarMuy interesante tu blog. También el trabajo que están haciendo en la UNED. ME encantó toda esa línea de investigación sobre el factor R (TRIC) de Jose Antonio Gabelas y Carmen Marta Lazo. Más allá de lo que he podido leer en el blog y en Habitaciones de cristal (http://educarencomunicacion.com/), me recomiendas alguna otra lectura sobre todo ello?
Me encantaría "platicar" contigo en cuanto tenga un ratito para compartir lo que nos venga en gana sobre etnografía virtual y otros demonios. También te buscaré en Twitter (tengo muy abandonada mi cuenta, eso sí: @reyesangona. ¿Cuál es la tuya?). Saludos desde México!