El 16 de mayo se celebró la primera mesa redonda de los VI Encuentros TODOELE, moderada por Carlos González . En esta ocasión, en lugar de una ronda de videoconferencias se optó por un modelo más dialogado a través del hangout de Google+.
Los participantes de la primera mesa fueron:
- Esperanza Román (George Mason University)
- Javier Fernández Terraza (Editorial EnClave ELE)
- Javier Muñoz Basols (Universidad de Oxford)
- José María Ramos (Editorial Edinumen)
- José Ramón Rodríguez Martín (Director académico de Málaga Sí)
Un panel interesante, con diferentes bandos invitados, el de las editoriales (Chema -Edinumen y Javier-EnClave ELE) frente a los autores y profesores Basols, Esperanza y Jose Ramón, y con diferentes contextos educativos: España (Javier, Chema y Jose Ramón), EEUU (Esperanza) e Inglaterra (Basols).
Tal
vez por ello una de las palabras que más repitieron todos los
participantes fue la "flexibilidad" como lema a seguir tanto por las
editoriales, con la tarea de ofrecer materiales orientados a
necesidades, grupos de aprendizaje y contextos educativos cada vez más
plurales, como por los profesores, cuya labor es precisamente es
"traducir" esos materiales a las necesidades específicas de los alumnos.
Así lo resume Chema: "la tendencia actual es hacia la
especialización".
Otra palabra mágica en el debate fue
el "diálogo". Basols reclamaba a las editoriales que tomaran más en
cuenta a los autores y testaran sus materiales con la participación
activa de los profesores. Chema, a su vez, buscaba el equilibrio entre
el sesgo comunicativo del enfoque europeo y el interés práctico del
entorno editorial e institucional estadounidense. De hecho, sus palabras
de despedida apuntaban a diluir la oposición de profesores y
editoriales, una relación de "amor-odio" como la calificaba Esperanza,
ante el hecho de que la mayor parte del equipo de las editoriales de ELE
estaba conformado por profesores. El reto, por tanto, es abrir canales
de comunicación e interacción que puedan mejorar tanto la calidad y
diversidad de los materiales como su aplicación práctica por parte de
los profes.
Retomando
la pregunta clave de la mesa: ¿cuál es el futuro de los manuales?
Alguien de la audiciencia formuló una pregunta incisiva: ¿es
internet el mejor libro de texto? Para mi sorpresa, los participantes
parecieron subestimar los cambios radicales que impone internet en el
aprendizaje de idiomas e insistieron en la utilidad de seguir contando
con manuales, con "recetas", en palabras de Basols. Sin embargo, el
propio Chema, de Edinumen, reconoció el salto generacional que se estaba
produciendo en el mercado editorial. En sus propias palabras: "además de materiales digitalizados se incorporaron herramientas para
organizar chats, subir videos, acceder a plataformas en la web, códigos
para acceder a soluciones, etc..". "comprar un manual implica comprar el
formato papel pero también el ebook y también el acceso a una plataform
LMS". "El futuro ya está aquí".
Sí. Parece que el futuro de los manuales hacia modelos de acceso abierto y participación, en consonancia con la evolución de la web 2.0, ya ha llegado. Pero lo que también resuena en el coro de participantes es que el sector es intrínsecamente complejo y que la evolución de la educación en él deberá aceptar y atender esa diversidad de contextos socioculturales, enfoques educativos, tensiones profesor-institución-mercado cultural-industria editorial, estilos de aprendizaje y, en última instancia, necesidades específicas de las personas que desean aprender.
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